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Entrevista a Phil Kelly sobre «Farsight: Crisis de Fe»

El gran Phil Kelly es el autor de la novela «Farsight: Crisis de Fe» que estará disponible desde este sábado. Os traemos su entrevista completamente traducida al castellano.

Phil Kelly: Hace unos cinco años, el Estudio de Diseño estaba trabajando en una serie de libros llamados ‘suplementos de codex’. Surgió la oportunidad de escribir el que iba sobre los Enclaves Farsight (la facción separatista cuyas armaduras podrían ser de cualquier color siempre que sea rojo). Me gustó tanto que he vuelto a escribir sobre ellos.

En cierto modo, la historia del famoso Comandante Farisht es la historia del Imperio T’au en sí misma. Como esa épica narración sólo se había contado en formato codex, pensé que sería bueno desgranar un poco más las capas de la sociedad T’au en forma de una serie de novelas.

Las revelaciones del Comandante Farsight, aunque avanzan lentamente, son tan profundas que dividen al Imperio T’au. Aunque fue en su momento el niño bonito de la máquina de propaganda T’au, O’Shovah descubre una serie de verdades sorprendentes que lo hacen separarse del imperio y fundar sus propios enclaves. Sus descubrimientos muestran de forma diferente la seguridad incuestionable y devoción de su raza hacia los Etéreos… aunque quizá no de la forma que podríais pensar.

Calentemos motores de disformidad y viajemos atrás hacia el año 2001 que tan futurista suena. Por entonces yo era un miembro junior del equipo que había trabajado en el primer Codex: Tau. Al principio, estos alienígenas optimistas, inocentes y que disparan mucho no tenían el sufijo de «Imperio» para llamarse a sí mismos, o algún brillante apóstrofe.  Eran progresistas, adaptables, esperanzados, incluso utópicos, y todos ellos unidos en la misma filosofía del Bien Supremo.

En muchos sentidos, los T’au eran la antítesis del Imperio. Así como con las miniaturas T’au (todas de líneas limpias y armamento hipertecnológico), era un llamamiento a la tentación de algo fresco y limpio para explorar (aunque como todo en Warhammer 40.000, lo que parece no es siempre todo lo que hay). Su rígido sistema de castas, basado en los elementos, era una estructura social fascinante (especialmente cuando la quinta casta, los Etéreos que llegaron al final, cambió a las otras tan radicalmente).

Pero mirando hacia dentro, los T’au tenían indicios de algo siniestro en lo más profundo que era imposible de ignorar. Bajo su aparente benevolencia, su mensaje siempre ha sido «únete a nosotros o muere». Por entonces, esas nociones más oscuros eran simples semillas pero durante 15 años se han ido desarrollando en lugares interesantes.

Mirando hacia fuera, los T’au muestran al Imperio con una nueva visión. En el punto de vista T’au, son los humanos los que son antiguos, primitivos y una amenaza temible. Para un Guerrero de la Casta de Fuego, un Marine Espacial es un muro brutal de músculo y ceramita, un monstruo en servoarmadura que no debe acercarse bajo ninguna circunstancia (una noción que es explorada en la novela Blades of Damocles). Sobre los Orkos, bueno… son incluso peores (me lo pasé muy bien con estos viejos amigos en la novela Farsight). En muchos sentidos, la guerra contra los Orkos de Arkunasha es el origen de la historia del comandante en sí mismo, e introduce los primeros indicios de lo que la Humanidad es capaz de hacer en el nombre de la conquista.

Volviendo a la actualidad, muchas de las razas galácticas están en sus años de ocaso, pero los T’au están todavía haciendo sus primeras incursiones importantes en el vacío, y de esa forma, incurriendo en la lenta pero terrible ira del Imperio. Con la Cruzada Damocles irrumpiendo en sistemas clave T’au, estos xenos están solo empezando a entender la terrible capacidad de la Humanidad para la violencia, sin contar con las vilezas que acechan en la oscuridad tras ella. Al contraatacar al Imperio y expandir su imperio una vez más, los T’au son un poco como jóvenes y confiados exploradores entrando a una casa encantada (¡Separémonos, así cubriremos más terreno!). Pero en este universo, los espíritus, los fantasmas y las bestias de largas piernas son definitivamente reales (aunque esos exploradores llevan armaduras y armas grandes).

El reto es contar cómo el poder de fuego de los T’au y su inocente confianza presentan batalla contra lo antiguo, lo malévolo y lo sobrenatural. Hay un gran contraste entre la elegante tecnología y el horror, y el hecho de que en la oscuridad de este universo gótico, la lógica y la ciencia pueden ser una limitación, o peor, una desventaja.

Vosotros conocéis la terrible verdad, por supuesto. Seguramente estaréis pensando «¡corred, insensatos!» cada vez que los T’au, con ojos bien abiertos, van directos hacia una mazmorra con amenazas de las que ellos no saben nada, o intentan abarcar más de lo que deben, y tienen que luchar por salir de esos lugares. Pero la verdadera amenaza para la sociedad T’au son, sin embargo, las verdades que irán descubriendo al explorar esas mazmorras.

La casa que apoya a Farsight juega un papel importante en su viaje, especialmente sus hermanos de armas. Conocidos como los Ocho, son un equipo de veteranos comandantes en armaduras en el que cada uno tiene su propia tragedia que lo hace tan infrecuente como al mismo O’Shovah. Combinado con la complicada relación de Farsight con sus viejos rivales y compañeros (el Comandante Shadowsun y Kais, el ejército de uno) el total resulta en personajes con mucho color y excentricidad. Además de su cada vez peor relación con la serena pero misteriosa casta de los Etéreos, hay muchos conflictos en la mente de Farsight además de en su cuerpo. Con el tiempo, se irá dando cuenta de los que los Etéreos están luchando por el Bien Supremo a su manera (sólo que en una escala mucho más grande) pero tiene mucha búsqueda interior y rebeliones que combatir antes de eso.

Además de intensos diálogos y visiones de la cultura T’au, hay muchas escenas de batalla a gran escala y acción con alta tecnología. Esta es, al final, una historia de guerra. Las armaduras muy equipadas de los Enclaves Farsight están coloreadas con el rojo intenso de la sangre T’au como respeto a los que murieron en Arkunasha (ha sido roja desde la primera ceremonia ta’lissera. Hemos probado diferentes sangres de colores para nuestras razas alienígenas, por ejemplo con sangre verde para los Orkos en algún momento, pero simplemente no se ve bien en las miniaturas ni en los dibujos). Estas armaduras se han vuelto icónicas, y es muy divertido verlas en acción. Trescientos años desde su concepción, los ocho héroes siguen luchando igual de duro para defender a su raza de los terrores impíos que podrían destruirla.

En Crisis de Fe, vemos a Farsight emerger como nuevo tras la invasión Dal’ythan y la guerra contra el Imperio, un empate presentado como una victoria, por supuesto, por la casta del Agua. Se le ha confiado a O’Shovah el mando de una flota expedicionaria completa, pero cuando esa flota es emboscada cuando cruza el Golfo de Damocles, infestado de Disformidad, termina luchando contra mucho más que contra los Marines Espaciales enviados para matarle (un nuevo Capítulo de Adeptus Astartes que tomaron de forma literal la máxima de que el Emperador te juzgará no por tus medallas y tus diplomas sino por tus cicatrices). Todavía peor, hay un traidor entre sus filas cuya verdadera naturaleza e intenciones asesinas harán temblar al comandante.

En cierta forma, la odisea de Farsight es una historia de paso del tiempo y de viaje de un héroe, y no es únicamente sobre el propio comandante. Los T’au han dado sus primeros pasos en un camino al abismo que la Humanidad ya ha dado casi hasta el final, hasta un precipicio por el que los Eldar ya se tiraron hace mucho tiempo.

Todavía está por ver si Farsight y sus T’au son verdaderamente brillantes y abnegados como para detener a las fuerzas oscuras de la galaxia antes de que la destruyan, pero su aventura para hacerlo será entretenida pase lo que pase…

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