La rueda de los rumores de GW no deja de girar casi nunca, y menos cuando está atada por cuerdas tan firmemente. ¿O quizá no son cuerdas? ¿Y si tampoco es muy firme la atadura?
Ya sea un látigo con tres puntas (y poco glamur), o alguna otra cosa, nunca es mal momento para recordar lo que Jerjes decía: «no son mis latigazos lo que temen». La mirada de Leónidas al escucharlo es con lo que busca a la Thunderhawk de plástico que venga a rescatarlo: