Las Relicarias de Armas suelen nombrarse de entre las Hermanas más veteranas de las Pronatus, las protectoras sagradas de los miles de artefactos del Adepta Sororitas. Tienen gran habilidad tanto en el cuidado y la restauración de reliquias antiguas como en la destrucción de aquellos que quieren dañar dichas reliquias.
La Hermana conocida como Aestred Thurga ha dedicado su vida a la protección de una reliquia sobre todas las demás: la maravillosamente bautizada como el Auto-Tapiz del Juicio del Emperador. Se ha ondeado durante la vida de cinco Canonesas y zumba con el poder de la mirada del Emperador. El Auto-Tapiz y su custodia son parte de los registros de varias de las batallas más sangrientas del Adepta Sororitas.
El estandarte en sí mismo está lleno de detalles tiene una corona de hierro y el cráneo de un devoto. Su portadora tiene un aspecto menos llamativo aunque lleva el poderoso Filo de la Vigilia.