Ha llegado la hora de que los Octojurados comiencen a derramar sangre. Son berserkers salvajes que fueron encadenados a un sarcófago de hierro en el que se les hace batallar desde lo más profundo de sus Clavos del Carnicero hacia las profundidades disformes, en un duelo por su alma.
En esa dura lucha les toca afrontar retos dignos del Reino de Khorne, y los que son derrotados se convierten en simples engendros o en masas de vísceras que tienen que limpiar luego los Circujanos Berserkers.
Los pocos que vencen se convierten en huéspedes de ocho demonios llenos de furia en su propio cuerpo físico. Y los pocos que sobreviven suficiente además ascienden más allá, hasta ser Octojurados Gloriosos.
Estos simbiontes salvajes son verdaderas máquinas de matar gracias a sus evisceradores (aunque su campeón tiene acceso a más armas):
En el caso de los Gloriosos su Habilidad de Armas sube hasta el 2+ y en sus manos surgen puños sierra de Octojurados.
En ambos casos pueden utilizar una estratagema para hacer incluso más daño.